Al hablar de Metodologías Ágiles, nos referimos al conjunto de acciones implementables al día a día que generan un beneficio para la empresa. Consiste en implementar métodos que faciliten la gestión de equipos en entornos evolutivos, y que ayuden a mejorar la calidad del negocio y aumentar su productividad.
No existe una único forma de trabajar ágilmente; todas tienen el mismo objetivo: que se trabaje de forma flexible, autónoma y eficaz reduciendo los costes e incrementando la productividad.
La misión de las metodologías ágiles es encontrar una estructura de trabajo que se amolde a las condiciones de los proyectos, consiguiendo así más flexibilidad y adaptabilidad.
El proceso se puede dividir en las siguientes etapas:
Las empresas que apuestan por una metodología ágil consiguen una gestión de proyectos flexible, con más eficacia y autonomía, logrando así incrementar su productividad y reducir los costes.
Con esta metodología, el producto va evolucionando en base al feedback que se genera en los distintos sprints, durante los cuales cada miembro del equipo ejecuta un conjunto de tareas. Tras dicho sprint, se realiza la entrega de los avances y se vuelve a iniciar el proceso. Así, el cliente va recibiendo novedades de forma recurrente y sus comentarios tras los avances ayudan a la hora de identificar prioridades e introducir nuevos cambios.
Entre los beneficios que aporta, destacamos los siguientes:
¡Hablemos! En Front.ID tenemos amplia experiencia trabajando con las metodologías ágiles.
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